sábado, 29 de septiembre de 2007

El arte de la prudencia

Pincha sobre la imagen, la verás mejor.
-Un gusto excelente.
Se puede cultivar, igual que la inteligencia.La excelente comprensión de las cosas refina el deseo y después aumenta el placer de poseerlas. Se conoce una capacidad elevada por el gusto elevado. Se necesita mucha materia para satisfacer una gran capacidad. Así como los grandes bocados son para grandes paladares, las materias sublimes son para los sublimes caracteres. Las mayores materias temen a este gusto y las más seguras perfecciones desconfían. Como son pocas las de primera magnitud, sera el sobresaliente el aprecio. Los gustos se pegan con el trato y se heredan con la continuidad: es una gran suerte tratar con quien lo tiene en su punto. Pero no se debe hacer hábito del desagrado de todo, pues es una necia exageración, más odiosa por ostentación que por exceso. Algunos quisieran que Dios creara otro mundo y otras perfecciones para satisfacer su extravagante fantasía.
Baltasar Gracián . El arte de la prudencia: Oráculo manual.







2 comentarios:

Landahlauts dijo...

¿Para qué otro gusto y otras perfecciones si se puede satisfacer nuestra extravagante fantasía en este?

:)

luz de gas dijo...

Lo querrán quienes "hacen hábito del desagrado". Saludos